Todos sabemos lo que es una quemadura y que se pueden producir por diferentes causas: térmicas, químicas, eléctricas y radioactivas.
Pero los que no pertenecen al mundo sanitario pueden tener dudas cuando nos oyen hablar de grados o de superficie corporal a la que ha afectado, y preguntarse para qué sirve esa información, así que voy a intentar explicarlo de una manera sencilla.
La piel está formada por tres capas: epidermis (la más externa), dermis (la intermedia) e hipodermis (tejido subcutáneo, la más interna).
Las quemaduras, dependiendo de la profundidad que presentan se clasifican en 1º, 2º y 3º grado.
Afectan a la epidermis. Son superficiales y dolorosas. La más típica es la quemadura solar.
Se solucionan en 7/10 días.
No dejan cicatrices.
¿Qué hacer?: Refrescar la zona con agua (durante 20 o 30 minutos) e hidratarse.
Afectan a epidermis y dermis. Son dolorosas, la piel aparece enrojecida y hay ampollas.
Curan entre 10/20 días y dejan cicatriz.
Se pueden subdividir en superficiales y profundas.
¿Qué hacer?: Refrescar la zona con agua y acudir a un profesional sanitario para que las trate.
Afectan a epidermis, dermis y pueden llegar a tendones, músculo y hueso dependiendo del tiempo y el agente que la provoque. Son indoloras.
No curan espontáneamente porque no epitelizan, se han de realizar intervenciones quirúrgicas para solucionarlas.
¿Qué hacer?: Llamar al 112 o trasladar a la persona a Urgencias, no refrescar ni dar líquidos ni alimentos, ni retirar la ropa que se haya quedado adherida a ella.
Para saber qué tanto por ciento de superficie corporal está quemada usamos la regla de los nueve de Wallace en los adultos y el diagrama de Lund-Browder en los niños.
La superficie corporal se divide en 11 zonas, correspondiendo cada una de ellas a un 9% de la superficie corporal total, así iremos sumando las zonas afectadas y llegaremos al % total afectado.
En quemaduras poco extensas podemos considerar que la palma de la mano (con los dedos incluidos) del quemado, corresponde al 1% de su superficie corporal total:
- Cabeza y cuello: 9%
- Extremidad superior: 9%
- Extremidad inferior: 18%
- Espalda y nalgas: 18%
- Cara anterior del tórax y abdomen: 18%
- Genitales: 1%
En los niños varían las proporciones y usamos el Diagrama de Lund-Browder:
Para saber la gravedad de la quemadura nos basamos en la profundidad de la misma y en la extensión de la superficie corporal que abarca, pero también tenemos en cuenta otros factores como la edad del paciente, el agente causal y la localización; por ejemplo la cara y los genitales que son más determinantes que otras zonas en cuanto al pronóstico.
La extensión y la profundidad de las quemaduras nos da información sobre la gravedad y la posibilidad de supervivencia. Las secuelas dependen más de la localización en la que se presente.
Hablamos de grandes quemados cuando está afectada más del 20% de la superficie corporal o a más del 10% si se trata de niños o personas mayores de 50 años. En estos casos se precisa de un tratamiento médico urgente en una unidad especial de quemados. Lo mismo ocurre si a pesar de no abarcar una superficie tan amplia afectan a la cara, ojos, oídos, genitales o grandes articulaciones.
La mortalidad ha ido mejorando con la tecnología actual, pero a partir del 60% el riesgo es ya muy elevado y por encima del 80% la supervivencia es muy baja.
Aprovecho el tema para recordar lo que no se debe hacer NUNCA en una quemadura:
Pinchar o romper las ampollas (ya sé que los profesionales lo hacemos, pero siempre en unas condiciones de esterilidad que no se pueden conseguir si no se está entrenado y se tiene material adecuado para realizarlo).
Despegar la ropa o cualquier otro elemento que estuviera pegado a la piel.
Espero que tras haber leído el post cuando oigáis hablar de quemaduras ya sepáis cual es el grado y la superficie de la que se habla.
Enlaces de interés: Emergencias 112
Pingback: Quemaduras: ¿Por qué hablamos de grados y de superficie corporal?
¡Qué post más bueno!
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¡Muchísimas gracias!
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Tan importante como informarse es saber lo que NO hay que hacer en estos casos por la cantidad de mitos y creencias infundadas que hay en este tema. Buen trabajo.
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Muchas gracias Javier y estoy completamente de acuerdo contigo en la importancia de saber lo que no se debe hacer, en Medicina hablamos de «Primun non nocere» (lo primero o principal es no hacer daño).
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Muy interesante información. Muy claro sobre todo lo que no debemos hacer. En nuestro sector vemos algunas quemaduras solares y tratamos de trabajar en la prevención de las mismas.
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Muchas gracias por tu comentario, adjunto el link a vuestro blog para que puedan comprobar lo que comentas, ya que todo lo que publicáis es muy interesante: http://www.emergencies-setmil.es/
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