Ante la impotencia, el estrés o un estado bajo de ánimo, el comer puede resultar gratificante momentáneamente.
Probablemente muchos de nosotros lo hemos hecho alguna vez, y no significa que tengamos un trastorno alimentario
, aunque sí puede ser el principio de lo que ahora se conoce como: Trastorno por atracón.
Tras leer un artículo del Dr. Fernando Fernández-Aranda (jefe de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital de Bellvitge) me planteé si las personas que sufrimos dolor crónico podemos estar más predispuestas a presentarlo si no aprendemos a manejar, de manera adecuada, la situación de estrés a la que estamos constantemente sometidos.
El Dr. Fernández-Aranda habla del “comer emocional” como un hábito nervioso continuado en el tiempo y que se presenta en situaciones de estrés; lo compara con otras conductas como morderse las uñas…Son gestos impulsivos y de gratificación inmediata que puede evitar plantearse cuál es el problema que lo provoca y buscar la solución adecuada.
Si esta conducta se prolonga en el tiempo y se cronifica se puede llegar al Trastorno por atracón.
¿Qué es el Trastorno por atracón?
Hasta hace poco tiempo estaba incluido como un subtipo de Bulimia; en este momento ha pasado a ser considerado una patología propia dentro de los trastornos alimentarios y ha sido añadida como tal al DSM-V (Manual de referencia para los trastornos mentales).
Se caracteriza por la pérdida de control ante la comida, repetir la ingesta de grandes cantidades de alimento de manera rápida sin tener hambre y así intentar calmar la ansiedad y la angustia que se presenta, convirtiéndose en un círculo vicioso ya que el “atracón” acaba provocando más ansiedad y angustia.
Generalmente se realiza a solas porque se siente como algo vergonzoso, lo que lleva a quien lo padece a tardar tiempo en pedir ayuda, si es que finalmente se atreve a hacerlo.
En la Bulimia, tras un atracón se realizan conductas compensatorias, como puede ser provocarse el vómito, utilizar laxantes y/o diuréticos, realizar ayuno o dietas muy restrictivas, practicar ejercicio intenso, etc.
Volviendo al Trastorno por Alimentación con frecuencia se diagnostica de manera casual cuando el paciente consulta por otra patología.
La edad media de presentación es entre los 25 y 40 años (según diferentes fuentes) y, cómo no, es más frecuente en mujeres que en hombres.
Es más habitual en personas que han seguido múltiples dietas a lo largo de su vida, muchas de ellas excesivamente restrictivas lo que acaba llevando a “el atracón”.
Pero también se habla de que puede ser un trastorno alimentario para personas que no saben manejar el estrés y la comida se convierte en su válvula de escape, pudiendo ir acompañado de depresión, ansiedad, evitación de los contactos sociales y aislamiento. Además si presentan un aumento de peso importante, tendrán las complicaciones que ello conlleva (HTA, Diabetes…).
El tratamiento ha de ser conjunto entre psiquiatría y psicología y el pronóstico en estos casos es mejor que en el resto de trastornos alimentarios (Anorexia, Bulimia…) a pesar de presentar más tendencia al abandono del tratamiento, los que lo siguen hasta finalizar la terapia consiguen una mejoría importante y mantenida en el tiempo.
Así que ya sabes: comer chocolate o palomitas cuando estamos hartos del dolor no es un trastorno… ¡Bien!,
pero hemos de pensar en si realmente sólo es una “comida emocional” o el inicio de un trastorno alimentario y, sobre todo, buscar la manera de manejar bien nuestro estrés.
Fuentes: Infosalus, Psiquiatria.com, Elsevier, Manual Merck.
Me ha gustado mucho esta entrada, porque muchas personas se toman a risa este trastorno, y tengo familia cercana que lo padecen… a veces se lo toman a risa… comer y comer… como sino hubiera mañana de una manera compulsiva.
En mi caso aunque muchas veces me hincharía a dulces por ansiedad, mi estomago no me lo permite, por estar operada de antrectomía, precisamente por el dr. Aranda del Hospital de Bellvitge. Tal vez sea coincidencia de apellidos.
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Los trastornos alimentarios son enfermedades psiquiátricas que pueden tener graves consecuencias no sólo en la salud de quien las padece, sino en su vida social y laboral, así como en las personas de su entorno cercano.
¡Muchas gracias por tu comentario!
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Y tanto que me he pegado atracones!!! Lo peor de todo era cuando comía cuanto se me antojaba sin tener hambre. He iniciado y no acabado jamás montones de dietas, pero cuando tenía periodos muy duros en mi depresión aquello ya era pura gula. Ahora sigo una dieta controlada por el endocrino y aunque hacerla es muy duro, vale la pena y mucho. Sigo yendo al dietista y al psiquiatra, comencé la dieta en Enero y vale la pena el sacrificio. Sigue habiendo días muy duros pero bueno nadie es perfecto ¿no? Una gran entrada guapísima, besitos!
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Muchas gracias M. por contarnos tu experiencia y mucho ánimo que al final habrá valido la pena. Y si en el camino hay algún pequeño tropiezo…no pasa nada, te levantas y a seguir de nuevo.
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Yo llevo mas de tres años con dieta (controlada por endocrina y dietista), y no consigo adelgazar por culpa de la ingesta de alimentos, normalmente por la tarde noche (cuando menos se debe hacer) y es por la ansiedad que me crea mi enfermedad (EA). Aún sabiendo lo malo que es el sobrepeso para nuestra salud, es superior a mis fuerzas.
Y no quiero subir la toma de ansiliticos, que lucha…
Me ha gustado la entrada. Gracias.
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Tu mismo lo comentas, la dieta que sigues no da los resultados esperados porque por la tarde/noche haces una «comida emocional», gratificante al instante pero con malos resultados a la larga. Lo único que podemos hacer en estos casos es aprender a manejar nuestro estrés.
Te entiendo perfectamente, ya sabes que compartimos la misma enfermedad…
Un abrazo y gracias por leer y comentar en el blog.
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Enlace del manual para aprender a prevenir el dolor y controlar el estrés. http://espondilitisanquilosanteautoayuda.blogspot.com.es/2014/03/que-el-dolor-no-vaya-mas-primer-manual.html
Pinchando en el enlace podrás ver los contenidos del libro «QUE EL DOLOR NO VAYA A MÁS: Primer Manual de Psicología aplicada a la vida diaria…»
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Gracias Susana por trabajar para ayudar a los enfermos que padecemos dolor crónico.
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Estimada amiga, gracias por una sección tan necesaria y educativa, si existe algo que muchos no sabemos hacer, es cuidar de nuestra salud. Gracias. Suyo, un amigo cubano.
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Muchas gracias por el comentario y por leer el blog.
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Sin lugar a dudas es una sección muy interesante y bienvenida, una manera maravillosa de conocer y cuidar de la salud. Gracias. Suyo, un amigo cubano.
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Muchas gracias por el comentario y por visitar el blog.
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Que razón tienes, eso lo he hecho y sigo haciendo muchas veces, por los nervios , me estreso y como y como, un saludo
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Pues ya sabes…aunque sea muy difícil, has de preguntarte por qué lo haces e intentar solucionar el problema.
Pero sé que estás en ello y lo vas a conseguir.
Un beso
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Muy buena la entrada.
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¡Muchas gracias!
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